Hoy comparto la nota que me hicieron en Diciembre 2014 las chicas de Ohlalá. Nos juntamos a pasar una mañana juntas y conversar sobre un ritual personal que hago de cierre de año.
Comparto esa nota con la conversación y cuestionario publicados que luego se convirtió en mi primer libro: la bitácora Vuelta al Sol.
Nos deseo un año de sueños manifestados. Esto implica, antes que nada, volver a permitirnos soñar, y luego, hacer todo para que se cumplan.
Así inicia la nota publicada en Ohalá en 2014
(podés verla en su formato original acá)
Desde hace unos meses, compartimos con vos sus columnas. En “Usina de ideas”, May Groppo nos acerca herramientas para organizarnos, información para despabilarnos, propuestas para inspirarnos. Esta vez, parte del equipo de OHLALÁ! nos juntamos con ella para disfrutar de un desayuno riquísimo (¡nos recibieron en Mooi con delicias!), donde nos presentó su manera de hacer un balance personal de cierre de año y nos propuso ponerla en práctica. Ahora te la acercamos a vos para que la adoptes.
El objetivo es recapitular 2014 conjugando aceptación y gratitud para, a partir de ahí, formular nuestras intenciones para 2015.
May nos pidió que llevemos un cuaderno a estrenar y nos entregó un listado con 23 preguntas. A partir de ahora, la idea es que año tras año retomemos el cuestionario y vayamos dejando ahí un registro, una especie de diario íntimo.
¿Por qué empezaste a practicar este ritual?
Porque me gusta pensar en mi vida y autoconocerme. En 2010 vi un posteo en un blog con algunas de estas preguntas e imaginé que podía usarlo como una especie de “ficha técnica” anual.
¿Para qué sirve recapitular sobre el año?
Creo que para diseñar nuestras vidas. Este simple concepto es muy poderoso y parte de hacernos un margen para observarnos. Reflexionar sobre nuestras vidas puede ser el comienzo de mini cambios. También está el gran tema de practicar ser más agradecidas, algunas preguntas hacen foco en disparar este sentimiento.
¿Es una base para declarar intenciones?
En enero, se promueven mucho las actividades de armar collages de deseos o las resoluciones de año nuevo colectivas. Pero antes de tomarse un rato para mirar hacia adelante y declarar intenciones, me parece interesante cerrar etapas mirando hacia atrás. Desde que hago este cierre de año, me conecto mucho más con quien soy hoy, sin arrastrar fantasmas de quien alguna vez fui. Mirar el año que pasó, darle un abrazo, darse vuelta y mirar hacia adelante honrando a quienes somos y todo lo que vivimos.
¿Qué te aportó esta práctica?
Ciertas preguntas invitan a detectar personas que llegaron a tu vida para hacerte bien. Cuando respondés con nombre y apellido, te dan ganas de hacérselo saber. Después de completar el cuestionario, siempre mando algún mail o hago llamados de “gracias por estar en mi vida”.
También hay preguntas que apuntan a zonas más sombrías…
Bueno, es el balance de la luz y la sombra. Como escorpiana, estoy entrenada para saber que los capítulos en la vida son como un budín marmolado: te puede tocar vainilla un par de veces seguidas, pero eventualmente llega el chocolate y está bien. Lo bueno de completar el formulario una vez por año es que podés ver cómo hay cosas que se van reparando y detectar esas que se empiezan a instalar. Peor es no darse cuenta a tiempo y vivir una vida ajena, victimizada, sin diseño propio.
¿Vale “personalizar” el cuestionario?
¡Claro! Si creo que nuestras vidas son diseñables, ¡imagínense el cuestionario! Personalícenlo, agreguen preguntas o hasta alguna tarea extra como poner un soundtrack del año o un dibujo. Recomiendo que no quiten preguntas, es mejor dejarlas en blanco un año pero que queden ahí por si se vuelven relevantes más adelante.
¿Con qué otros rituales marida bien?
Con dar las gracias. A las personas que este año tocaron tu vida y la elevaron, a las que te acompañaron en momentos de poca luz, al universo por el estímulo permanente y los regalos. Y es el puntapié para conectarnos con el año que sigue: ¿qué quiero más?, ¿qué quiero menos?, en cada área de nuestras vidas. Para que se den una idea, cambio mis contraseñas de mail y redes tomando como base mis deseos, para escribir muchas veces al día frases de cosas que quiero que pasen.
Cuestionario de cierre de año
Estrená un cuaderno. Lo vas a usar solo para tus cierre de año , nada más. Será algo así como una ficha técnica de tu vida de ahora en adelante (por eso verás que algunas preguntas no son muy reflexivas sino ayuda-memoria). De todos modos, completar el formulario es mucho más que eso, es un momento de reflexión, recapitulación (y un poco de edición) de los últimos 12 meses.
- Qué hiciste que nunca habías hecho?
- ¿Habías escrito alguna resolución o diseñado un moodboard? Qué paso con tus objetivos?
- ¿Hubo nacimientos cercanos a vos?
- ¿Alguien cercano a vos murió?
- ¿Pueblos, ciudades, países que visitaste?
- ¿Qué te gustaría tener que te faltó este año?
- Fechas que quedarán grabadas y por qué
- ¿Tu mayor logro?
- ¿Tu mayor tropiezo?
- ¿Te enfermaste o accidentaste?
- ¿Hiciste cambios en tu hogar, traslados o compras que tuvieron un significado especial? (Algo así como “cuál fue tu mejor inversión?”)
- ¿La actitud de qué persona merece celebración?
- ¿La actitud de qué persona te deprimió o disgustó?
- ¿A dónde fue gran parte de tu dinero?
- ¿Qué te entusiasmó mucho?
- ¿Canción, libro o película te recordará este año?
- ¿Qué te hubiese gustado hacer más?
- ¿Hacer menos?
- ¿Cambió tu sentido de moda y estética? ¿Tu actividad física?
- ¿Qué te mantuvo “cuerda”?
- ¿Cuál fue la mejor “persona nueva”?
- ¿Qué lección de vida valiosa aprendiste?
- (si sos mamá) ¿Qué momentos vas a recordar junto a tus hijos?
Este cuestionario de cierre de año evolucionó y convirtió en mi primer libro: la bitácora Vuelta al Sol. Me acuerdo el día que lo anuncié y las ganas que tenía de imaginar muchas personas cerrando el año así. Hoy, en su segunda edición, puedo decir sueño cumplido.
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